CMYK o RGB, ¿qué usar para imprimir?
Si alguna vez has impreso un documento en color o una fotografía y te has dado cuenta de que las tonalidades que contemplas en el papel tienen poco que ver con las que ves en la pantalla del ordenador, este artículo te interesa. ¿Te suenan de algo las siglas RGB y CMYK? Se trata de dos códigos de color o lenguajes diferentes con sus características particulares, sus ventajas y sus inconvenientes.
¿Puedes trabajar en cualquiera de ellos? Sí, pero los resultados obtenidos no serán los mismos. Aquí te contamos en qué se diferencian y cuál te conviene utilizar según la finalidad de tus documentos.
¿Qué significa CMYK?
Como hemos dicho, CMYK es un código o modelo de color y se denomina así por las siglas en inglés de las tonalidades que utiliza: cian (cyan), magenta (magenta), amarillo (yellow) y negro (black). El negro es necesario porque no se puede obtener el tono absoluto y con la suficiente saturación mediante la mezcla de los otros tres colores.
Este código, que también se conoce como cuatricromía o impresión a cuatro tintas, utiliza la combinación de estos cuatro colores de forma sustractiva, es decir, absorbiendo y reflejando la luz de los distintos tonos.
¿Qué significa RGB?
Igual que ocurre con el CMYK, RGB también hace referencia a las siglas en inglés de los colores que utiliza: rojo (red), verde (green) y azul (blue). Este código crea millones de tonalidades distintas a partir de la suma aditiva de estos tres colores primarios.
Cuál es la diferencia entre CMYK y RGB
Ahora que ya sabemos que tanto CMYK como RGB son códigos de color y también que utilizan distintas paletas y una manera diferente de formar las tonalidades (el CMYK es un modelo sustractivo y el RGB es un modelo aditivo), debemos tener en cuenta que cualquier impresión se verá mejor en CMYK. Por resumir mucho, CMYK es el lenguaje de color de las impresoras y RGB el de las pantallas.
El RGB tiene la capacidad de crear un mayor número de tonalidades porque tiene un espectro más amplio que el CMYK. Por eso es la opción adecuada para aplicaciones móviles, páginas web, blogs…, es decir, todo aquello que se va a ver únicamente en dispositivos como ordenadores, tabletas o móviles.
En cambio, si vas a mandar el diseño a imprenta conviene que lo conviertas en CMYK (si no lo has creado ya en este código), si quieres que los colores impresos se correspondan con los que tú has elegido. Las impresoras no pueden procesar imágenes que no estén en CMYK, lo que significa que si reciben un archivo en un modo de color diferente tendrán que convertirlo.
Qué tengo que utilizar para imprimir en color
Folletos publicitarios, cartelería, fotografías, tarjetas de visita, ilustraciones, posters… Sea lo que sea lo que quieres imprimir en color debes utilizar siempre el código CMYK. Es la única manera de garantizar que el resultado concuerde con lo que ves en la pantalla. Buena saturación, buen contraste y cero sorpresas.